sábado, 19 de mayo de 2007

III

...Y por donde brilla la luz
crece mi alma otra vez,
ese pequeño, de pies cortos,
que alguna vez como gigante durmió...

...pequeño saltamonte,
crio sin dueño ni mar,
granito de plomo y plata,
una nube de almidón y pan.

Pequeño rebaño de aguas cálidas
fue tu morada al pasar por acá,
hoy no quedan más que cien años
y tú aún sigues como cuando te vi pasar.

Vigente, humano, estrella de cal,
no te desintegras, no puedes pecar,
tu vida es perfecta, tu canción es paz,
tus palabras hoy matan a la guerra y el mal.

Amoroso, regalón, puñadito de algodón,
siembras tu ternura, ¡alabada tu pasión!,
eres el guía, eres realmente la canción,
que cantas con tus ojos por cada estación.

Pero dime, pequeño cantautor:
¿de qué te sirve vivir en tan magna mansión?
¿es acaso tranquilo ser querido con razón
si el cariñó que esperas ya se marchó?

Tus ojos hoy delatan a tu pasión...
tu canción no es más que canto de traición.
Tu vida, tu fama, tu camino en la mar
aniquiló a los tuyos, les quitó su a pequeño Juan.

No hay comentarios: